Regresa a los escenarios urbanos

Texto por Rosa Queralt

007betiBogaMinia

La noche y el bar | 2007 | Óleo y acrílico sobre tela | 115 x 147 cm

Regresa a los escenarios urbanos

y como sujeto de un proyecto que quiere ambicioso elige, en 2007, un bar de Egia, el barrio proletario de Donostia que concentra los recuerdos dispersos de su infancia. A pesar de reunir en el interior a un grupo de personajes anónimos para el espectador, y por ello presentar ciertas diferencias respecto al eco alegórico que se observa en los tradicionales “grupos de familia” o en las diversas versiones sobre “el taller del artista”, también es cierto que percibimos en esta pintura un vínculo afectivo o, por lo menos, el deseo de unir esta escena de género a su propia biografía.

Asumida la intención de tirar adelante el primer fulgor o esbozo de la idea a la que quiere dar forma, esta vez el proceso es largo y lento. Piensa en el formato que debe tener una obra de estas características, estudia los espacios a representar –que finalmente ciñe básicamente a dos: el mundo exterior, a la izquierda, y el interior del bar, a la derecha, evitando el excesivo abordaje simultáneo de varios campos perspectivos, tan caro a su práctica habitual. Cuando empieza el combate pictórico, porque ya tiene clara la estructura y confía en la validez y pervivencia de esa imagen borrosa inicial que procura el instinto, toma distancia para conseguir una eficaz construcción en la que funcionen los ejes de tensión y en la que la unión entre los personajes y el espacio no se diluya. Tampoco olvida el lado azaroso que dispone las cosas en su lugar natural, dejando algunos elementos al libre fluir de la pintura.